La ventaja de escribir en
“mi” blog es que puedo escribir de lo que me venga en gana aunque no siga una
línea temática concreta. Normalmente hablo sobre asuntos que me atañen
personalmente, pero de vez en cuando me gusta
hablar de episodios de la historia que por alguna razón me han impresionado.
El tema de las guerras de
España en Marruecos apenas se estudia en la enseñanza secundaría y son
episodios prácticamente desconocidos para la mayoría de los españoles. Es como
si un gran velo cubriera todos aquellos sucesos que tanto atormentaron a
nuestros bisabuelos y que llevaron el luto a miles de hogares del país
En Julio de 1921 el país
entero se conmocionó al conocer que trece mil soldados españoles habían
perecido en las montañas y barrancos del Rif, en lo que posteriormente
sería conocido como “El desastre de
Annual”, el gran descalabro del ejército español en Marruecos, posiblemente el
episodio más dramático y vergonzoso de toda su historia.
El acuerdo franco español de 1912 por el que
los dos estados se repartían el territorio marroquí nos daba la posesión de un
territorio árido y hostil lleno de
pedregales entre escarpadas montañas, que sin embargo si satisfacía a aquellos
que tenían intereses en la riqueza de sus minas, y a los militares “africanistas” que veían la ocasión
de vengar la afrenta del 98, mientras se cubrían de medallas y ascendían fácilmente.
Muy distinta era la opinión general de la sociedad española que estaba harta de
mandar a sus hijos a luchar a África y entre la que eran muy populares canciones
como esta:
En el barranco del Lobo
Hay una fuente que mana
Sangre de los españoles
Que murieron por la Patria.
Pobrecitas madres
Cuánto llorarán
al ver que sus hijos
a la guerra van.
Ni se lava ni se
peina
Ni se pone la
mantilla
Hasta que venga su novio
De la guerra de Melilla.
Pobrecitas madres…
Melilla ya no es Melilla
Melilla es un matadero
Donde van los españoles
A morir como corderos.
Pobrecitas madres…
Existía una corrupción
generalizada en el ejercito de Marruecos, algo que denunciaría Indalecio Prieto
en la Cortes señalando que “Melilla era un Lupanar y una ladronera”. Los
reclutas españoles estaban mal vestidos, mal alimentados y sobre todo muy desmotivados por su presencia
allí. Muchos mandos trapicheaban con todo ese material que tendría que ir
destinado a la tropa. Se llegaron a vender fusiles al propio enemigo, armas que
luego se volverían contra los españoles.
El Comandante General de
Melilla, el General Silvestre era un personaje singular, temerario y vehemente.
Tenía como mando superior al Alto Comisario del Protectorado, el General Berenguer.
Frente a ellos las Cábilas (tribus) del
Rif, que se habían levantado bajo el
mando del inteligente Abd el Krim. Bereberes acostumbrados a enfrentarse a la
muerte, que luchaban contra el invasor de su tierra.
Durante el Invierno de 1921
Silvestre avanzó hacia el Oeste, su objetivo era Alhucemas y ocupar de una vez
el Rif. Lo hizo de una forma insensata alargando excesivamente sus líneas de
abastecimientos, sosteniéndose sobre destacamentos ubicados en más de cien “blocaos”
muchas veces mal situados y con dificultades de aprovisionamiento.
Instaló su campamento en la
llanura de Anual desde donde en Mayo ordenó la toma de la cima del monte Abarran. Fue un error ya que era una posición
que no podría socorrerse ni abastecerse en caso de ser atacada, como así
ocurrió horas después cuando los rifeños
la recuperaron y masacraron a sus defensores.
El 21 de Julio la posición
de la colina de Iguireben que protegía el campamento de Annual no puede
resistir mas el asedio enemigo, su fin es épico. El último mensaje de su
comandante fue: “Sólo quedan doce cargas de cañón, que empezaremos a disparar
para rechazar el asalto. Contadlas, y al duodécimo disparo, fuego sobre
nosotros, pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición.”
Al día siguiente, viéndose
completamente rodeados por los rifeños
Silvestre ordenó la retirada organizada hacía posiciones más seguras. Cuando
empiezan a salir alguien gritó “sálvese quien pueda” y entonces es cuando desencadenó
el caos. Mientras Silvestre se pegaba un
tiro en su tienda, el pánico se apoderaba de oficiales que se quitaban las insignias
para no ser reconocidos y de soldados
que arrojaban sus fusiles en una atropellada carrera. Son cazados sin piedad y
muchos de ellos destripados y mutilados.
En pocas horas todas las
posiciones van cayendo en medio de la
desbandada general. Izzumar, Ben Tieb, Drius etc. Una columna al mando del
General Navarro se refugió en Monte Arruit y allí resistirá hasta el 9 de
Agosto, fecha en la que serían asesinados sus tres mil defensores, después de
traicionar los rifeños las condiciones de capitulación que habían pactado.
En apenas diez días los
cadáveres de trece mil españoles quedarían insepultos por los secarrales del Rif. Se decía que a partir
de segundo día los buitres sólo comían de comandante para arriba.
Pero también se vieron
episodios de valor extremo aquellos días. De especial mención es el
comportamiento de los jinetes del regimiento de Caballería de Alcántara que
haciendo cargas suicidas hasta ser prácticamente aniquilados, protegerían la retirada del torrente de
fugitivos que venía de Annual. Impresiona ver la foto de sus cadáveres, en
formación hasta el final.
España, sobrecogida por el
dramatismo del desastre, clamaba pidiendo responsabilidades. El general Picasso
se encargó de una investigación que podía comprometer directamente al Rey, al
que algunos acusaban de “alentar” la irresponsable ofensiva de Silvestre, así
como a Berenguer y a altos mandos del Ejército de Marruecos por su
incompetencia o cobardía aquellos días. Pero cuando estaban a punto de ver la
luz sus conclusiones, “casualmente” Primo de Rivera dio el golpe de Estado de
1923 dando carpetazo a todas las investigaciones, quedando impunes la mayoría
de los responsables.
El desastre de Annual
provocó una gran crisis social y política que no sólo tuvo como consecuencia
directa la implantación de la Dictadura
del general Primo de Rivera, además
socavó enormemente la imagen de Alfonso XIII siendo uno de los motivos por los
que perdió el apoyo del pueblo, lo que le haría tomar el camino del exilio en
1931.
Muy bueno Quili. Las fotos son tuyas?
ResponderEliminarGracias amigo. Las fotos no son mías el gran hermano google me las proporciono. un abrazo
EliminarPos mirusté, Don Aquilino, que a mí me agrada que escriba en su blog sobre este tema tan desconocido (intencionadamente, creo) de la historia de España. Salvo el informe Picasso, debo haberme leido todo lo que se ha publicado,sin despreciar novelas, documentales (que los hay muy buenos)blogs y webs dedicados a ello. Lo único que siento es que las obligaciones familiares y un cierto acojone innato, también propio de la edad, me han impedido hasta la fecha el recorrer aquellos parajes que tan bien me conozco, aunque sea virtualmente.
ResponderEliminarUn saludo para tí y para el argentino guasón.
Gracias Jacinto por tu comentario. Es verdad que hay buenos libros y ensayos sobre el tema. Desde el Iman de Sender y la Forja de Barea hasta el Annual de Juan Pando, pero hay mucha menos bibliografía que la que se ha escrito sobre otros hechos menos transcendestes. Sobre viajar a alli...yo te animaria. Un saludo
EliminarUn buen relato, si señor...es un placer navegar por la red y encontrarse con relatos que visibilizan una parte de nuestra historia, y si encima están bien contados mejor que mejor. Enhorabuena!!
ResponderEliminarUn saludo