Hace no mucho tiempo mi amigo
Horacio publicó un post en su blog "Desde las teclas" donde reflexionaba sobre “la última vez” que hizo
esto o lo otro antes de quedarse parapléjico . La verdad que a mi también me hizo reflexionar y pensar sobre aquellas
“ultimas veces”, pero me he topado por un lado con la barrera de mi desastrosa memoria
y general despiste que siempre me
acompaña (Los que me conocéis sabéis,
por ejemplo, que incluso leyendo y
disfrutando de un libro, cuando alguien me ha preguntado el autor del mismo mas
de una vez y más de veinticuatro, no he sabido decirlo)
Pero además de la memoria está
por el medio el mucho tiempo transcurrido desde aquellas” últimas veces” y es
que por estas fechas serán ya 24 años
los que
llevo sobre ruedas. Además este año he cruzado una línea que hace 24 ni
se me pasaba por la cabeza que llegaría
a cruzarla en mi situación física actual. Llevo más años de mi vida sobre
ruedas que los que viví andando.
Los recuerdos , las situaciones,
las vivencias de mi anterior vida vienen y van danzando en mi cerebro, pero salvo algunos muy
claros, el tiempo cada año los difumina un poco más y cuando intento entrar en ellos vienen a mí como flashes procedentes de un fondo de claroscuros, dentro de una tenue neblina donde percibes pero no ves,
pero que sientes que cada año se cierra un poco más dándome a veces la
impresión de que toda mi vida ha estado unida a mi tetraplejia y mi silla
siempre ha estado al lado de mi cama. Hace mucho tiempo que en mis sueños profundos no me veo andando
Decía Horacio una situación de
este tipo que te lleva a tener que vivir
una vida completamente distinta a la que anteriormente llevabas, como él bien
comenta “es como morir y renacer de nuevo”, pero en otras circunstancias. Una nueva
vida que ninguno de nosotros pensamos alguna
vez que íbamos a tener que afrontar , para la que no estábamos
preparados y a la que nos hemos que tenido que acoplar cada uno con su
particular ritmo para seguir adelante
Coincido con
Horacio en la distinta forma de valorar
o ponderar acciones, gestos o
situaciones que antes ni se me pasaba por la cabeza pararme en ellas y que
ahora cuando las analizas, siempre llegas a la conclusión de porque no
las hice en su momento o como coño se me pudieron pasar por alto….muchas cosas
que han quedado en el tintero y no se podrán ya recuperar , pero sin embargo
también ha supuesto la oportunidad de poder retomar de forma más óptima nuevas
vivencias, valorando muchísimo más cada instante de ellas
Pero así vinieron las cosas y
como tal las he aceptado. Decía
Shakespeare que el destino baraja las cartas y nosotros jugamos. Yo pienso que
la vida es como un gran casino, donde se nos
ofrecen múltiples oportunidades para enriquecernos, y obviamente no me refiriero al tema económico. Enriquecerse
en valores, sentimientos, cultura…¡tantísimas cosas! .
Creo que mi vida, hasta la fecha,
está dividida en dos
cruciales partidas de naipes. La primera
la perdí por no haber sabido jugar bien mis cartas y la segunda después de unos
inicios titubeantes la voy ganando, intentando además de disfrutar de cada mano que se baraja. Algunas cartas me
han venido malas pero otras muy buenas y esas han sido en las que me he apoyado
para salir adelante.
Creo que no voy a volver a
caminar nunca, por lo menos en esta vida. En las otras, si las hubiese, a lo mejor no es necesario ni andar ¡vaya
usted a saber lo que hay después de la dichosa luz!. La verdad es que a estas alturas de la película
es lo que menos me preocupa. Hay secuelas derivadas de la lesión medular como
pueden ser los espasmos o las infecciones que son lo que realmente debo
intentar tener controlado.
Pero para tener ilusiones o
proyectos e intentar vivir una vida lo más digna posible no es necesario
caminar, como tampoco lo es volar ni
montar en burro. Lo importante es que nuestro principal órgano, nuestro cerebro
este abierto a esos nuevos caminos, que
los hay y muchos y debemos aventurarnos
por ellos.
Dicen que un hombre no debe pasar
por la vida sin tener un hijo, plantar un árbol o escribir un libro. Yo creo que eso me lo saltaré pues lo del
hijo lo veo chungo. Para lo del libro, aunque nunca lo descartaré, primero debo
pillar a esas despendoladas musas que se me esconden un día sí y otro también.
Y finalmente lo del árbol eso creó lo cumpliré, siempre y cuando sean validos
los que el jardinero me plantó en el jardín.
En síntesis y para no alargarme
más: La vida da y quita y como decía Ortega: “el hombre es él y sus
circunstancias”. Puede que flaqueé mi memoria recordando mi vida anterior pero
alimento mi cerebro cada día con cosas que me gustaría hacer, lugares que me
gustaría visitar…en definitiva proyectos que me encantaría realizar y eso junto
al apoyo de los míos es lo que alimenta mi vida día a día
Quili
Lo importante es lo que viene. Vivir con los ojos abiertos y la posibilidad de asombrarte y aprender es lo que nos ayuda a descubrir el camino y el paisaje que lo acompaña.
ResponderEliminarEl espíritu inquieto también es el mejor de los combustibles para esto.
Y estas cosas doy fe que las tenés. No me asombraría que me contaras lo del árbol, lo del libro, lo de tener algún pibe, abanicos de viajes hechos. Y muchísimo más.
Sos un tipo muy valioso y yo contento de tenerte como amigo.
Gracias amigo
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