Alrededor de 2600 km después de subir y bajar montañas, de comer mirando al mar Cantábrico y la
semana siguiente mirando al Mediterráneo,
después de dar una vuelta a España en forma de media luna hacia el Este, ya
estamos en casa. Algo más cansados pero con un montón de buenos
recuerdos y de múltiples imágenes grabadas en nuestra retina. Como la principal ventaja de tener un blog es que puedo escribir en
cada momento lo que me dé la gana, lo aprovecharé para transmitiros lugares o
paisajes que me han resultado especialmente interesantes intentando no
parecerme al típico vecino que nos prepara una encerrona en el salón de su casa
y nos hace tragarnos todos los videos de sus vacaciones.
Empezamos el viaje rumbo a los
picos de Europa cruzando las montañas de León. Nunca había ido por esas carreteras
y subir el puerto de San Glorio resultó
un aperitivo de todas las carreteras de montaña que vendrían después. Yo
reconozco que me encanta subir montañas contemplando el paisaje desde el coche
pero también entiendo el desgaste que produce en Maca conducir por esas pronunciadas
pendientes con curvas que de verdad le dan sentido a la propia palabra, donde
el coche va en segunda, a 30 y forzado.
Acabábamos de dejar atrás Riaño y yo
estaba embelesado con el paisaje pero a mi mente también acudían los relatos de
Julio Llamazares sobre los “huidos” o
“maquis”, o “los del monte” como les llamaban los lugareños, que después de la
guerra civil tuvieron mucha actividad por esa zona. Su vida fue muy dura, mirando las cumbres y riscos no me quedaba un ápice de duda.
Nuestro primer destino era Fuente
De, que no es ningún pueblo sino una estación de Montaña, en Cantabria cerca de
Potes, donde está instalado un teleférico que salva una altura de 800 m. con
una longitud de cable de más de 1600 m.
y te acerca hasta una de las cumbres cercanas a casi 2000m de altura. Cuando llegas allí lo primero que haces es mirar y admirar la mole hercúlea de las montañas
que tienes antes ti y lo segundo,
después de ver la velocidad a la que van
las cabinas del teleférico desde y hasta un punto que medio se atisba
allí arriba entre los pliegues de la cumbre, es pensar ¿y ahí voy a subir yo?
Aunque han trabajado el tema de
la accesibilidad se necesita ayuda para acceder hasta las cabinas y sobre todo
salir de ella arriba, pero es verdad que el personal de la estación son una
gente estupenda que te suben y te bajan por donde haga falta y siempre están
dispuestos a prestarte el apoyo que necesites en cada momento. Gracias a ellos
pude subir yo, pues con una silla eléctrica es imposible llegar sin esa ayuda.
Estar arriba y desde allí
contemplar las cumbres y el paisaje desde el mirador, casi tocando el cielo es una de las
sensaciones más maravillosas que yo he sentido. Siempre me ha atraído la
montaña (soy un fanático del Calleja y programas similares en la tele), y poder
tener la oportunidad de sentirla tan cerca no ha hecho sino que aumentar esa
atracción. Por un lado me ha hecho reafirmarme
en la sensación de gran libertad y paz que me aporta y por otro lado en la poca cosa que somos los seres humanos ante
ella. Ni que decir tiene la sana envidia que sentí mirando a los que una vez
arriba, apoyados en sus bastones, tomaban las distintas rutas de senderismo o
ascensión que había.
De regreso ya al mundanal asfalto
fuimos al alojamiento que habíamos reservado y que si leísteis mi post anterior
me tenía algo mosqueado la existencia de “un pequeño escalón” que me habían comentado al hacer la reserva.
Sólo diré que para salvar el ” escaloncito” tuve que necesitar la ayuda de tres
personas, pero era lo que había si quería dormir allí y yo lo asumí en su
momento.
Seguimos viaje por el interior de
Cantabria. Después de juguetear entre las nubes queríamos adentrarnos en las
entrañas de la tierra y había una posibilidad de hacerlo en la cueva de “El Soplao”,
no muy lejos de allí.
Pero para poder bajar hasta la cueva primero
de nuevo hay que tirar montaña arriba entre verdes valles. Esta considerada como una cavidad única a
nivel mundial por la cantidad y calidad de las formas geológicas que alberga. Fue
descubierta de manera casual por los mineros que trabajan en la extracción de mineral en una de las ocho galerías que existían en
la antigua mina. Sólo están abiertos al público unos 4 kilómetros de los 20 que
tiene y han hecho visitable para las personas con movilidad reducida un 90% del
recorrido del itinerario de la visita habitual.
Lo primero que sientes al entrar es el cambio brusco de temperatura y la
humedad del espacio, lo que unido a la oscuridad del lugar tenuemente iluminado,
personalmente de nuevo, me hizo sentir sensaciones nunca vividas mientras
contemplaba las caprichosas formas
talladas por el cincel de la naturaleza a lo largo de los siglos en el corazón
de la tierra cántabra.
La sala que más me gusto fue la
llamada de “los fantasmas”, nombre que le pusieron los propios mineros y que
acertadamente señala lo fantasmagórico del lugar. Me llamó curiosamente la
atención lo atentas que estaban los guías al señalarme con la linterna algunos
puntos por donde el terreno se estrechaba
un poco o había algún saliente geológico
que podían afectar a la persona que hace el itinerario en silla de ruedas.
Como dije antes la cueva está situada en lo alto de la montaña que domina el valle del río Nansa, en la sierra de Arnedo y desde allí hay unas vistas sobre el valle que completan y enriquecen la visita a la cueva. Señalar que todo este lugar es muy accesible, con cafetería- restaurante y baños adaptados.
En el centro de Cantabria se
encuentra el valle de Cabuérniga por donde discurre el río Saja que junto al
Nansa han dado lugar a un espacio natural con muchas áreas protegidas de especial belleza. Nos fuimos al pueblo de
Ucieda, cerca de Cabezón de la Sal, donde nos alojamos un par de días. Al final
del pueblo hay un robledal increíble por el que nos dimos un paseo donde el sinuoso trazado del río con los puentecillos que lo
atravesaban y la rica arboleda le daban un aspecto de bosque encantado.
En Ucieda nos alojamos en la casa
de turismo rural cuatro aguas, una autentica joyita que combina de forma muy
acertada y original diseño con
accesibilidad. Esta regentada por una familia estupenda que nos trato de maravilla. Desde aquí os recomiendo este
lugar, pues abrir la ventana por la
mañana y encontrarte con esas maravillosas vistas es de lo más gratificante que
me he encontrado. Al final del texto os dejo el enlace.
Desde Ucieda nos movimos por algunos lugares de Cantabria. Me gustó
especialmente la visita a la ” neocueva” de Altamira donde además existe una exposición
permanente y muy didáctica sobre el Paleolítico, que si yo hubiera tenido la
oportunidad de visitarla en primero de carrera cuando estudié prehistoria, ¡segurísimo
que no hubiera suspendido!
Una recomendación pensároslo bien
antes de entrar con la silla en la cercana Santillana del Mar. Pidiendo permiso
te dejan meterte con el coche por el pueblo y aparcar en algún ladito…pero ni
por esas, es salir y quedarte literalmente clavado entre adoquines medievales.
Continuara..
Un placer leer y ver. Qué lindos lugares!!! Y qué buena lección para muchos de "nosotros".
ResponderEliminarQuili... yo de mayor, quiero ser como vos.
Gracias amigo. A mi sin embargo me gustaría tocar la guitarra como vos
EliminarQuili : Me pasa Horacio este enlace tuyo de este fantástico blog, No sabes qué satisfación me produce acompañarte en este viaje a Cantabria que conozco todo porque llevo viajando a Cantabria 23 años y ya casi es mi patria. He incluído en mi blog http://afrontandolesionmedular.blogspot.com/ tuel enlace a tu blog y haré un Post mañana sobre tu blog. espero que te guste. Gracias y ¡enhorabuena! por este magnífico blog.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por leerme. Luego copeo tu blog a mi lista. Cantabria preciosa y su gente estupenda
EliminarESTUPENDO RELATO DE UN VIAJE QUE DEBIÓ SER MARAVILLOSO, DA GUSTO LEERTE AMIGO, MI PESAR A MACA POR TODO LO QUE TUVO QUE PASAR CONDUCIENDO, AUNQUE ESTOY SEGURO QUE AMBOS DISFRUTASTEIS UN MONTÓN DE LO CUAL ME ALEGRO Y TE ADMIRO, UN ABRAZO A LOS DOS DE LOS DOS, JIJIJI.
ResponderEliminarGracias Manu. Si, para Maca fue duro conducir por algunos sitios. Me acorde de ti en el teleferico
EliminarMe encanta!
ResponderEliminarEres un tío genial, GRACIAS por enseñarnos lugares accesibles
Creo que a Manuel, mi marido, le va a encantar este Blog y seguro que piensa en visitar los lugares que nos propones, aunque algunos ya los conozcamos
Besos
Gracias a ti. De vez en cuando viajo y me gusta compartir mis experiencias por este medio. Es importante ademas o asi lo creo difundir entre nuestro colectivo todos los recursos accesibles que conozcamos.Un abrazo
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