jueves, 19 de diciembre de 2013

Programa T4


Estos últimos días ando enfrascado en la lectura de los dos últimos libros de Ken Follet: “La caída de los gigantes” y “El invierno del mundo”, que son las dos primeras entregas de una trilogía sobre la historia de Europa del siglo XX.  Mucha gente descalifica a Follet por considerarlo un mero autor de Bets sellers, pero yo no estoy de acuerdo porque pienso que lo importante de un libro es su capacidad de enganchar al  lector. Yo ya he dicho muchas veces que le doy de margen 40 o 50 páginas a cada libro que empiezo a leer. Si no me entra, hago como hacía o decía que hacía Paco Umbral (metafóricamente, en mi caso), lo tiro a la piscina y se acabo el turre. Me da igual su fama o  el autor del mismo, si no me engancha..que no me dé el coñazo .¡¡¡.será por libros por leer!!!

Entre las páginas de “El invierno del Mundo” se cuela la historia del famoso programa T4 de la Alemania Nazi.  No era algo nuevo para mí, pues ya había leído sobre el tema hace ya algún tiempo, pero al reencontrarme con el,  volvió mi interés sobre ello  aprovechando el caudal de información que podemos encontrar en la red.

En  Alemania durante la época de entreguerras no sólo creció el antisemitismo y el desprecio por otras razas o etnias consideradas inferiores, también había una corriente de pensamiento inspirada en las ideas de Darwin de “Lucha por la vida”  que consideraba que las personas más débiles, con enfermedades incurables, discapacitados físicos o mentales constituían un lastre para el estado. No aportaban nada y consumían recursos.

Con Hitler ya  en el poder se siguió potenciando ese pensamiento. Por la red me encontré este ejemplo de un problema de matemáticas que se planteaba a los niños en las escuelas nazis:

Un enfermo mental cuesta diariamente unos 4 marcos, un enfermo 5,50 marcos, un criminal 3,5 marcos y un apprenti 2 marcos.

1.
       
Haced un gráfico con estas cifras.
2.
        Según prudentes estimaciones, hay en Alemania 300.000 enfermos mentales, epilépticos, etc. que reciben cuidados permanentes. Calculad cuanto cuestan anualmente estos 300.000 enfermos mentales y epilépticos. ¿Cuántos préstamos a fondo perdido (no reembolsables) de 1.000 marcos se podrían hacer para jóvenes matrimonios si este dinero pudiera ser ahorrado?.

Citado pro H.J. Gamm, Der braune Kult, Hamburg, Rútten una Loening, 1962.
 
La propaganda nazi apretó el acelerador con la intención de hacer ver a los alemanes “el problema” que suponían todos estos “seres inferiores”
 
 
 

 
"60.000 Marcos es lo que nos cuesta este
discapacitado a lo largo de su vida.
Este dinero es también vuestro".
Lea "El Pueblo Nuevo" Nuevo Periódico
de la Oficina Política del Partido Nazi
 
En Septiembre de 1939 se puso en marcha el programa Aktion T4. Bajo órdenes que salían directamente de la Cancillería de Füher fueron habilitados como centros de exterminio  una serie de sanatorios psiquiátricos por toda Alemania.  A ellos se trasladó a todos discapacitados físicos o psíquicos que estaban ingresados en otras instituciones y los que se les iba a aplicar una “muerte compasiva”
Se habilitaron cámaras de gas y hornos crematorios en el interior de bellos edificios  o castillos como Harteim, Hadamar o Sonnesteim. La muerte no solo venía por gas, empezaron a matar también con inyecciones letales e incluso muchos niños discapacitados murieron sencillamente por inanición.

 
Luego buscaron a los discapacitados dentro de sus hogares. Al principio les hablaban a los familiares de “novedosas terapias”  que iban a mejorar la vida de sus hijos, hermanos o padres. Familias a las que al cabo de un tiempo les llegaba una carta comunicándoles el fallecimiento de sus parientes por una enfermedad incurable. Si los familiares intentaban indagar más sobre las causas de la muerte pronto recibían una visita de miembros  de la Gestapo que les “convencían” para que dejaran de preguntar.
Pero pronto la verdad se comenzó a saber y muchos alemanes manifestaron su indignación por todo esta brutalidad. En 1941 los nazis dieron por oficialmente  concluido ese programa. Más de 70.000 discapacitados habían muerto.
Pero el horror no había terminado, esos sanatorios de la muerte siguieron realizando su letal trabajo hasta eliminar cientos de miles de  discapacitados físicos, psíquicos, intelectuales, enfermos mentales, enanos etc. Todo lo que se alejaba del estereotipo ario debía ser eliminado para garantizar la pureza la raza.
Experimentar todas estas novedosas formas de matar discapacitados les sirvió a los jerarcas nazis para poner en marcha “La solución final” con la que exterminarían a millones de judíos y disidentes en los malditos campos de exterminio que todos conocemos.
Mi impresión es que a esta página de la historia no se le ha dado la difusión que merece, porque si preguntáis por este tema en vuestro entorno estaréis de acuerdo en que no es todo lo conocido que debería ser. Y se lo debemos a todas aquellas victimas para nunca puedan caer en el olvido porque como leí en algún lado "Olvidar el exterminio es parte del propio exterminio" .
Quili
 
 
 




5 comentarios:

  1. Es muy interesante saber que la historia tiene una misión muy particular que además de todo sirve para aprender.
    También es interesante ver que pese a eso muchas políticas sociales y económicas están haciendo exactamente lo mismo que hacían los nazis pero planteado de una forma mucho menos sincera. Hoy por hoy esta política se está haciendo carne en España utilizando la tremenda lógica que si no es económicamente rentable no es viable.
    Un abrazo Quili.

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  2. Gracias por tu reflexion amigo. Es verdad que se debe aprender de la historia, pero lamentablemente vemos que poca gente lo hace. Y en esta epoca de depredadores economicos, lo que no es rentable cuenta muy poquito.Un abrazo

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  3. Tengo una amiga que visitó el pasado año Polonia y una de las visitas programadas es la "El museo de los horrores" precisamente para que no nos olvidemos que no hace tanto tiempo se produjo una masacre contra la humanidad de ese calibre.

    recuerdo en un programa de TV que vi entrevistara algunas personas que colaboraron en los crímenes y ellos mismos no daban crédito a haberse metido en ese complot. Les lavaban el cerebro de tal modo que era difícil distinguir lo bueno de lo malo.

    He leido poco sobre el tema pero he tratado en mi blog las historias de Viktor Frankl y el que fue, en su día, ministro de cultura, Jorge Semprún, ambos recluídos en campos de concentración.

    También leí un libro de Primo Levi sobre el tema que me impactó por su dureza.

    Gracias por ayudarnos a no olvidar. Quili.

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  4. Y sin embargo el holocausto cada dia esta menos presente en la memoria colectiva. No todo el mundo sabe que Hitler salio de unas elecciones legitimas, nadie se plantea que la maldad humana pueda volver a enseñorearse de esa manera ...olvidando de nuevo lo ocurrido Camboya y mas recientemente en Yugoslavia. Nunca estaremos libres de las garras de este tipo de gente, mucho mas en tiempos de crisis.....lease lo ocurrido en Grecia este ult

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  5. Lo ocurrido en Grecia es ultimo año. la unica manera de combatirlo es educando, informando y si salta alguna chispa hacerle frente con contundencia desde el principio

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