Hay aficiones que en algún
momento de nuestra existencia vivimos tan intensamente que incluso podemos
llegar a pensar que si en esos momentos nos las arrebataran o nos impidieran
desfrutar de ellas ..casi ..casí ..que nos íbamos a convertir en
poco menos que unos desgraciados…huérfanos de aquello que tanto
deseamos.
Está claro que las aficiones deportivas
se llevan la palma…y dentro de ellas el futbol es la que tiene más poder de convocatoria,
seducción y pasión que ninguna otra…pero yo soy de basket, de los que de joven
y no tan joven por mis venas no corría sangre..sino un mágico fluido que
alteraba mi ritmo vital..¡Baloncesto!..La visión que yo tenía del Edén, de una
vida ideal..era simple: un balón y una canasta…..y ya para estar de lujo, un
equipo con el que jugar y otro con el que competir..y de paso si era posible….ganar
Pertenezco a la generación que tuvo
la suerte de vivir el “boom” Del baloncesto español de la mano de los Itu, Epi,
Corbalan, Martin y compañía…vamos, de los que pasamos aquella famosa noche olímpica
de Los Ángeles en vela, de los que alucinamos en las madrugadas NBA de los
ochenta viendo las asistencias de Magic Jhonson o los tiros de Larry Bird. Además tengo el privilegio de ser y residir en una
de las ciudades españolas donde más intensamente se vivía el baloncesto en
aquellos años, elevándolo casi a la categoría de religión.
Como todos los malos jugadores
que no pueden vivir sin esto me hice entrenador (la otra alternativa era
hacerme arbitro …y eso ..como que no) y empecé a echar una mano en mi club de
toda la vida, el Estudiantes de Lugo, gran vivero de jugadores que era y sigue
siendo uno de los mejores de de Galicia.
Miro para atrás y me veo siempre
en el viejo polideportivo del parque, acompañado del sonido de las voces de los
chicos y del chirriar de las botas de
los jugadores al deslizarse sobre el parquet,
rodeado de balones de cuero gastados
mientras la lluvia batía contra los cristales o la niebla se intentaba colar
por puertas y vestuarios.
Independientemente de que yo lo
pudiera hacer mejor o peor, ponía todo mi corazón en ello pues como dije antes
era el tipo de vida que yo quería vivir,
intentando siempre aportar a todos aquellos
grupos de chavales que por allí pasaron, todo lo mejor que podía salir de mi, no sólo en su
formación deportiva sino también en la personal
Ayer me tome un café con dos
buenos amigos de aquellos años que compartían la misma pasión que yo,
obviamente con muchos más éxitos deportivos a sus espaldas. Manu y Javi. Manu
llego a jugar en las categorías inferiores de la selección española y en la
ACB, en nuestro querido Breogan . Y Javí
sigue poseído por la misma fiebre que tenía yo hace 25 años, y que el ya de
aquellas empezaba a tener. Ahora después de recorrer media España de equipo en
equipo y con una tremenda experiencia y conocimientos en su bolsa de viaje
entrena al Ensino, el equipo de baloncesto femenino de Lugo.
Qué maravillosa conversación
se puede llegar a tener con los personas que lo tienen tan claro como tú, que
comparten tu misma punto de vista sobre todo lo que rodea y altera, muchas
veces negativamente a este bello juego. Fue un rato realmente grato.
El baloncesto me dio la
posibilidad de conocer a mucha gente estupenda, como este par de pájaros, a
tener vivencias y recuerdos que se que
me acompañaran hasta el fin de mis días pero además yo le debo a este deporte muchísimo
más de lo que tras una primera lectura pueda parecer.
Después de mi accidente, de
vuelta en casa, en plena época de miedos e incertidumbres cuando titubeante
intentaba acercarme al mundo real , que era el que era y donde no me quedaban
mas huevos que vivir, pero que yo percibía tremendamente hostil y además lejana
la manera de integrarme dentro de el, llevando una vida más o menos plena
Un tarde una amiga me acercó
hasta el viejo poli, ya que tenía mono de ver los entrenamientos de los chicos. Cuando
acabo el entreno del equipo que en ese momento estaba en pista se acerco a
saludarme y charlar un rato mi amigo
Juan Corral, maestro de jugadores y entrenadores y Sumo Sacerdote del baloncesto de base en Lugo.
Me puso al día de todo y en un momento de la conversación, como si fuera la
pregunta más lógica del mundo me suelta: Ando mal de entrenadores, ¿porque no
me llevas a algún equipo?. Yo realmente flipe y le respondí que no sé como coño
lo iba a poder hacer si apenas podía mover mis brazos…Todos los que lo conocéis ya os
podéis imaginar la respuesta..¡jJoder!...¡te pones ahí y explicas los
movimientos y punto!……..y sin darme apenas opción me suelta que vaya tal día
que entrena el equipo infantil …y se larga….
Yo en esos días le di mogollón de
vueltas a la cabeza. Antes, cuando entrenaba, yo explicaba lo que ese día
tocase con el balón en la mano plantándome en el medio de la cancha
y lentamente describiéndoles con mis
movimientos, lo que quería que ellos hiciesen….y me pegaba a cada chico y les
corregía con mi cuerpo, mis manos o mis píes cada vez que era necesario,
infinidad de veces en cada entreno……
Y ahora me soltaba el otro ¡Te pones ahí,
explicas los movimientos y punto!....y yo pensaba, ¿pero como coño lo hago? ¿Cómo
coño corrijo?... ¿Cómo puedo hacerles ver y transmitir correctamente todo lo que en mi
cerebro yo nítidamente veo?
Y
llegó el día y la hora...... y me estaban esperando 12 chavales con ganas de
comerse hasta los aros….realmente no recuerdo ni como empecé, pero todo fue
saliendo poco a poco…mi cerebro obviamente iba como un obús e intentar verbalizar todo lo que bullía en
mi mente y al mismo tiempo transmitirlo detalladamente para que comprendieran lo que yo les quería enseñar o les quería corregir , era
complicado…muy complicado…causándome por momentos una desesperada impotencia. Pero como digo las cosas fueron
saliendo, con el paso de los días yo me fui sintiendo más cómodo, seguro y
suelto…también les notaba cómodos a ellos, luego ya vino Víctor a echarnos una
mano y ya todo fue sobre ruedas……¡fue una temporada estupenda!
Pero para mí fue mucho más, significo
el principio de mi retorno a la sociedad, un gran chute de autoestima que me
ayudo muchísimo para empezar a desenvolverme y aprovechar la nueva forma de
vida que tenía por delante….por eso siempre tendré una deuda de gratitud, con
Juan y con todo aquel grupo ( Yago, Edu, Rafa, Rodrigo, Dodi, David, Felix,
Meri..etc…) , que sin ellos saberlo, me
ayudaron a encarar mi incierto destino
Quili
Un festejo de "mate espectacular" para este trío de amigos.
ResponderEliminarpero un mate bien guapo saltando por encima del americano de turno....como dicen ellos..."in your face"
Eliminar¡Genialmente narrado! ¡Me encantó tu Entrada, Quili, y me recordó mi tiempo de pivot en el equipo de la Universidad!.
ResponderEliminarGracias, me alegro que te gustara
ResponderEliminarY a mi tambien. Para que luego digas ke no leo el blog de mi primo
ResponderEliminarMe ha gustado mucho a mi tambien
ResponderEliminarMe alegro que te guste.un beso
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