sábado, 23 de febrero de 2013

De vuelta a casa

Vuelve a casa el hijo pródigo después de casi 2 meses de hospitalización intermitente con parte de interconsulta  y posterior ingreso en una unidad de cirugía nano electrónica en otra ciudad, donde parece que al fin diagnosticaron atinadamente la patología que padecía y se la han resuelto satisfactoriamente (eso espero). Por fin el equipo de profesionales que lo atendió ha procedido a darle el alta y a retornarlo a su entorno y rutinas habituales…eso si ¡¡después de un generoso desembolso de más de 600 eurazos!!
El hijo pródigo retornado  es un Fiat Multipla adaptado con rampa trasera que desde que llegó a casa mejoró notablemente nuestra  seguridad, movilidad y ganas de hacer cosas. A lomos del Multipla hemos hecho mogollón de kilómetros y cruzado España de Norte a Sur y de Este a Oeste. Recuerdo que antes de tenerlo teníamos que renunciar a muchas paradas o visitas porque  cuando salíamos, las primeras transferencias que  yo tenía que hacer  del coche a la silla las llevaba bien  pero luego mi cuerpo ya decía que no y teníamos que pasar de largo de donde no lo teníamos previsto, quedándose muchas cosas en el tintero.
El cambio fue tremendo, la autonomía sencillamente espectacular. Parábamos,  bajábamos donde queríamos y cuando queríamos, se había acabado  el calarse hasta los huesos al transferirme a la silla bajo la lluvia. En un segundo, rampa fuera..¡Y a rodar!
La buena noticia es que este contratiempo ha ocurrido en pleno invierno que es cuando catamos poco la carretera y por la ciudad en un momento dado se puede tirar de taxi. Pero yo espero y confío  que al igual que no nos había dado problemas hasta el día de hoy, tiremos otra buena temporada sin ellos…aunque vaya cumpliendo añitos y que los achaques que le vayan saliendo no sean muy complicados y sobre todo muy costosos.  Ahora toca resarcirse y volver a disfrutar de él.
Igual que ese coche adaptado mejoró mi forma de vida, existen muchísimas adaptaciones y ayudas técnicas  que sirven para hacer la vida más sencilla y  fácil no sólo a nosotros sino a todas las personas que forman parte de nuestro entorno,  lo que ocurre  que  cuestan un pastizal. Nunca he entendido, ni entiendo, ni entenderé que  la filosofía del libre mercado juegue tanto con las necesidades de las personas.
A mí no lo que no me cabe en la cabeza,  por mucho que me lo quieran intentar hacer ver es que una silla  electrónica, que no eléctrica que es como habitualmente las malnombramos (esas son las que con tanta alegría y ligereza utilizaban en Texas hasta hace no mucho ya que ahora se han vuelto más asépticos), una silla de las características que yo puedo necesitar , repito, no entiendo que pueda costar más que un Ford Fiesta..¡y sin extras!...que también tienen y si empezamos a poner este o el otro acabamos montados en un carro del copón, eso sí…importante, ¡sin CD, navegador ni elevalunas eléctrico!.
Que si hablamos de algo tan vital como el cojín que llevas debajo del culo se te puede disparar hasta los 600 euros, que es para decirle al fabricante..Oiga, ¡que es un puto cojín, que ni es minimalista ni lo diseño Dalí.. y además no vuela!.   El problema es que nos tienen agarrados por los huevos porque sencillamente necesitamos ese tipo de productos.  La persona que por ejemplo necesite una grúa para poder acostarse tiene dos opciones o la compra o sus familiares o cuidadores  que lo acuesten acabaran literalmente deslomados.
 Es sencillo, es la ley de la oferta y la demanda  donde  los apuntes contables de los beneficios ocultan el rostro de todos aquellos que recurrimos a este tipo de mercado,  porque no hay más opciones, o si o si, o lo tomas o lo dejas. Aquí no hay más cera que la que arde y la vela de la vida se consume con rapidez,  por lo que debemos intentar  vivirla lo más dignamente posible pasando por caja cuando no quede otra  y siempre que económicamente podamos,  siendo conscientes de que  la necesidad de muchos puede llegar a ser muy rentable para unos pocos.
Ayudas cada vez hay menos y serán muchas menos en los próximos años mientras que  discapacitados y gente mayor habrá la hostia de ellos y consecuentemente el nicho de mercado se ampliara más y más…Siempre hay alguien que gana cuando otro pierde
Un saludo
Quili

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