Ayer en youtube tuve oportunidad de volver a ver el
documental “Las cajas españolas” (copeo abajo el enlace). Donde se cuenta la
historia del salvamento del Tesoro Artístico Nacional durante la Guerra Civil Española.
Yo os recomiendo verlo porque haciéndolo y conociendo los hechos, de alguna
forma estaréis rescatando del olvido en el que todavía permanecen para la gran mayoría de españoles, ese grupo de
personas que con su impagable trabajo
hicieron posible que hoy podamos seguir viendo los cuadros de Velázquez o Goya
colgados del Museo del Prado.
Después de verlo me puse a
rebuscar en mis archivos las fotos de un viaje de hace un par de años que me
servirán de apoyo para contaros algo más de esta historia. Estábamos en
Figueres, al lado de la Junquera y la frontera francesa. Nos habíamos quedado
allí porque era un buen lugar desde el que moverse bien hacía Francia o bien
hacía la costa, hacía Rosas y Caduques. Nos alojábamos en un hotel “low cost”
que hay saliendo hacia Rosas. Hotel Sidorme, la habitación era algo pequeña
pero no había problemas de accesibilidad y tenía aparcamiento propio y
gratis….¡Que pena que este tipo de hoteles de bajo estén todavía tan poco
extendidos por España!
Aprovechamos nuestra
estancia en Figueres para subir al castillo de San Fernando que ubicado sobre
la colina que domina la población constituyó un gran sistema defensivo ante las
incursiones de nuestros vecinos franceses con los que tantos líos hemos tenido
en épocas no muy lejanas.
Subimos y aparcamos el coche
a escasos metros del acceso a la fortificación.
Dentro de ella sólo se puede recorrer sus patios pues no hay ningún
itinerario accesible ni facilidades para visitar las distintas estancias.
Pero la visita me deparó una agradable sorpresa,
entre los patios me encontré con que recalaba allí la exposición “Arte Salvado” que
recorría las principales ciudades españolas y de la que yo tenía noticia por la
prensa pero que ni por asomo me la esperaba encontrar en aquel momento en el
castillo.
Esa exposición da a conocer
la historia, la aventura…que corrieron nuestras principales obras de arte
durante la guerra civil. Cuando las bombas empezaron a llover sobre el Madrid
cercado de Noviembre de 1936 la alarma se disparo, al caer varias de ellas
sobre el mismísimo Museo del Prado, lo
que dio lugar a que se pusiera en marcha un plan para evacuar ese tesoro
artístico hacía un lugar más seguro. El gobierno republicano encargó esta tarea
en un primer momento a Rafael Alberti y su esposa María Teresa León.
Las obras viajaron hacía Valencia.
La consigna era que donde estuviera el gobierno, con el estaría el Tesoro
Artístico Nacional. Allí estuvieron parapetadas en las Torres de Serrano, pero
ante el avance de las tropas de Franco sobre la capital del Turia, el gobierno
y el tesoro viajaron de nuevo, esta vez a Cataluña..al Ampurdán a pocos
kilómetros de la frontera francesa. Se depositaron en varios lugares, uno de
ellos el castillo de san Fernando en Figueres, El lugar donde yo me encontraba
en esos momentos.
Los cuadros iban en camiones mal cubiertos, dentro de unas cajas y con un embalaje especialmente
preparado para protegerlas. Aún así hubo grandes sobresaltos, como por ejemplo
el desgarro que sufrió el famoso cuadro
de Goya de “La carga de los mamelucos”, al tropezar con un balcón cuando pasaba
el convoy por Vinaroz, en Castellón.
Azaña decía que era más
importante el tesoro del prado que la monarquía y la república juntas, púes
podría haber más repúblicas en el futuro pero las obras del prado eran
insustituibles.
La exposición era muy didáctica
con textos, gráficos y fotos colocadas sobre replicas de las cajas que
contenían las obras. De verdad que sentía una cierta congoja ante cada foto que contemplaba y más sabiendo
que muchas de esas cajas habían estado guardadas y protegidas bajo el suelo que
yo pisaba, en los sótanos del castillo. También tenía muy presente que allí
abajo, en las caballerizas tuvo lugar la última reunión de las Cortes de la
República Española.
Cuando crucé el patio de
armas del castillo, una inmensa explanada flanqueada por los edificios que
albergaban las compañías de tropas no fue difícil imaginar los impresionantes
momentos que allí se vivieron antes de la última evacuación de las obras.
Las tropas franquistas
acababan de tomar Barcelona y las carreteras que llevaban a Francia se llenaron
de refugiados y soldados en desbandada que tenían que refugiarse continuamente
en las cunetas por el ametrallamiento de la aviación de los nacionales.
Mientras, en el castillo de Figueras un grupo de expertos europeos que habían
creado un comité internacional para salvar el tesoro del Prado intentaba
plasmar un acuerdo con las autoridades republicanas para comenzar cuanto antes la evacuación.
Era la noche del 3 de
Febrero de 1939 y reinaba una absoluta oscuridad en el castillo. A la luz de
unas cerillas encendidas de dos en dos, un funcionario tecleaba en su máquina
de escribir las clausulas de ese acuerdo. Fuera, el patio era un ir y venir de camiones
y soldados que miraban al cielo con temor pues había luna llena y ya se estaba bombardeando la
localidad. Las cerillas se acabaron y hubo que enfilar las luces de un coche
sobre la ventana del despacho de la planta baja donde seguían intentando
ponerse de acuerdo los representantes españoles e internacionales.
Una vez
cerrado el acuerdo salieron al patio y sobre la capota de un coche iluminado por
las luces de otro, se firmó el documento entre la República española y el Comité
Internacional que se haría cargo en la frontera francesa de las obras y las
trasladaría a Ginebra, a la sede de la Sociedad de Naciones. ¿Podéis imaginar
la escena?...yo aquel día, en ese patio de armas del castillo lo hice y me pareció
todavía más increíble de lo que hasta ese momento había pensado.
Esa misma noche del día 3
los camiones con las obras del Prado empezaron a salir hacía la frontera intentando
evitar los bombardeos de los nacionales, que aún sabiendo que se estaba
realizando la evacuación, no dejaron de atacar todas las carreteras a Francia
con el gravísimo peligro que eso suponía para todos los convoyes.
Al cabo de varios días
todos los camiones llegaron a Francia, algunos por pistas forestales que
cruzaban los Pirineos. Incluso hubo uno que se averió a pocos kilómetros de la
frontera y los que iban en él tuvieron que cargar con las cajas y así llegar
hasta la frontera.
El Comité Internacional se hizo cargo del tesoro artístico y
lo trasladaron a Suiza. De donde volvería meses después ya acabada la guerra y
con Franco ya reconocido por los gobiernos europeos. El regreso fue muy
complicado, evitando de nuevo bombardeos, esta vez los de los alemanes
que acaban de invadir Francia en los primeros compases de la II guerra mundial
Es una deuda histórica la
que el pueblo español tiene con todas aquellas personas que arriesgando incluso
su vida salvaron nuestros Goyas, Velázquez etc….entre ellos un tío abuelo mío
que conducía uno de esos camiones que cruzaron a Francia con su preciado tesoro
y del que nada más volvió a saberse desde aquel momento.
Quili
Todo un Via Crucis o dos cadros! Se esta historia fora máis difundinda entre a poboación seguramente os miraríamos con outros ollos! Moi bo artigo!! Estela
ResponderEliminar