jueves, 12 de diciembre de 2013

Basketcafé


Hay aficiones que en algún momento de nuestra existencia vivimos tan intensamente que incluso podemos llegar a pensar que si en esos momentos nos las arrebataran o nos impidieran desfrutar de ellas ..casi ..casí ..que nos íbamos a convertir  en  poco menos que unos desgraciados…huérfanos de aquello que tanto deseamos.

Está claro que las aficiones deportivas se llevan la palma…y dentro de ellas el futbol es la que tiene más poder de convocatoria, seducción y pasión que ninguna otra…pero yo soy de basket, de los que de joven y no tan joven por mis venas no corría sangre..sino un mágico fluido que alteraba mi ritmo vital..¡Baloncesto!..La visión que yo tenía del Edén, de una vida ideal..era simple: un balón y una canasta…..y ya para estar de lujo, un equipo con el que jugar y otro con el que competir..y  de paso si era posible….ganar

Pertenezco a la generación que tuvo la suerte de vivir el “boom” Del baloncesto español de la mano de los Itu, Epi, Corbalan, Martin y compañía…vamos, de los que pasamos aquella famosa noche olímpica de Los Ángeles en vela, de los que alucinamos en las madrugadas NBA de los ochenta viendo las asistencias de Magic Jhonson o los tiros de Larry Bird.  Además tengo el privilegio de ser y residir en una de las ciudades españolas donde más intensamente se vivía el baloncesto en aquellos años, elevándolo casi a la categoría de religión.

Como todos los malos jugadores que no pueden vivir sin esto me hice entrenador (la otra alternativa era hacerme arbitro …y eso ..como que no) y empecé a echar una mano en mi club de toda la vida, el Estudiantes de Lugo, gran vivero de jugadores que era y sigue siendo uno de los mejores de  de Galicia.

Miro para atrás y me veo siempre en el viejo polideportivo del parque, acompañado del sonido de las voces de los chicos y  del chirriar de las botas de los jugadores al deslizarse  sobre el parquet,   rodeado de balones de cuero gastados mientras la lluvia batía contra los cristales o la niebla se intentaba colar por puertas y vestuarios.

Independientemente de que yo lo pudiera hacer mejor o peor, ponía todo mi corazón en ello pues como dije antes era  el tipo de vida que yo quería vivir, intentando siempre aportar  a todos aquellos grupos de chavales que por allí pasaron, todo lo  mejor que podía salir de mi, no sólo en su formación deportiva sino también en la personal

Ayer me tome un café con dos buenos amigos de aquellos años que compartían la misma pasión que yo, obviamente con muchos más éxitos deportivos a sus espaldas. Manu y Javi. Manu llego a jugar en las categorías inferiores de la selección española y en la ACB,  en nuestro querido Breogan . Y Javí sigue poseído por la misma fiebre que tenía yo hace 25 años,  y que el ya de aquellas empezaba a tener. Ahora después de recorrer media España de equipo en equipo y con una tremenda experiencia y conocimientos en su bolsa de viaje entrena al Ensino, el equipo de baloncesto femenino de Lugo.

Qué maravillosa conversación se puede llegar a tener con los personas que lo tienen tan claro como tú, que comparten tu misma punto de vista sobre todo lo que rodea y altera, muchas veces negativamente a este bello juego. Fue un rato realmente grato.

El baloncesto me dio la posibilidad de conocer a mucha gente estupenda, como este par de pájaros, a tener vivencias y recuerdos  que se que me acompañaran hasta el fin de mis días pero además yo le debo a este deporte muchísimo más de lo que tras una primera lectura pueda parecer.

Después de mi accidente, de vuelta en casa, en plena época de miedos e incertidumbres cuando titubeante intentaba acercarme al mundo real , que era el que era y donde no me quedaban mas huevos que vivir, pero que yo percibía tremendamente hostil y además lejana la manera de integrarme dentro de el, llevando una vida más o menos plena

Un tarde una amiga me acercó hasta el viejo poli,  ya que tenía mono de ver los entrenamientos de los chicos. Cuando acabo el entreno del equipo que en ese momento estaba en pista se acerco a saludarme y charlar un rato  mi amigo Juan Corral, maestro de jugadores y entrenadores y  Sumo Sacerdote del baloncesto de base en Lugo. Me puso al día de todo y en un momento de la conversación, como si fuera la pregunta más lógica del mundo me suelta: Ando mal de entrenadores, ¿porque no me llevas a algún equipo?. Yo realmente flipe y le respondí que no sé como coño lo iba a poder hacer si apenas podía mover mis brazos…Todos los que lo conocéis ya os podéis imaginar la respuesta..¡jJoder!...¡te pones ahí y explicas los movimientos y punto!……..y sin darme apenas opción me suelta que vaya tal día que entrena el equipo infantil …y se larga….

Yo en esos días le di mogollón de vueltas a la cabeza. Antes, cuando entrenaba, yo explicaba lo que ese día tocase con el balón en la mano plantándome en el medio de la cancha y  lentamente describiéndoles con mis movimientos, lo que quería que ellos hiciesen….y me pegaba a cada chico y les corregía con mi cuerpo, mis manos o mis píes cada vez que era necesario, infinidad de veces en cada entreno……

Y  ahora me soltaba el otro ¡Te pones ahí, explicas los movimientos y punto!....y yo pensaba, ¿pero como coño lo hago? ¿Cómo coño corrijo?... ¿Cómo puedo hacerles ver  y transmitir correctamente todo lo que en mi cerebro yo nítidamente veo?

Y  llegó el día y la hora...... y me estaban esperando 12 chavales con ganas de comerse hasta los aros….realmente no recuerdo ni como empecé, pero todo fue saliendo poco a poco…mi cerebro obviamente iba como un obús  e intentar verbalizar todo lo que bullía en mi mente y al mismo tiempo transmitirlo detalladamente para que comprendieran lo  que yo les quería enseñar o les quería corregir ,  era complicado…muy complicado…causándome por momentos una desesperada impotencia. Pero como digo las cosas fueron saliendo, con el paso de los días yo me fui sintiendo más cómodo, seguro y suelto…también les notaba cómodos a ellos, luego ya vino Víctor a echarnos una mano y ya todo fue sobre ruedas……¡fue una temporada estupenda!

Pero para mí fue mucho más, significo el principio de mi retorno a la sociedad, un gran chute de autoestima que me ayudo muchísimo para empezar a desenvolverme y aprovechar la nueva forma de vida que tenía por delante….por eso siempre tendré una deuda de gratitud, con Juan y con todo aquel grupo ( Yago, Edu, Rafa, Rodrigo, Dodi, David, Felix, Meri..etc…) , que sin ellos saberlo,  me ayudaron a encarar mi incierto destino

Quili

 

 

7 comentarios:

  1. Un festejo de "mate espectacular" para este trío de amigos.

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    1. pero un mate bien guapo saltando por encima del americano de turno....como dicen ellos..."in your face"

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  2. ¡Genialmente narrado! ¡Me encantó tu Entrada, Quili, y me recordó mi tiempo de pivot en el equipo de la Universidad!.

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  3. Y a mi tambien. Para que luego digas ke no leo el blog de mi primo

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  4. Me ha gustado mucho a mi tambien

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