Os copeo el artículo que me publicó el diario "El Progreso" hoy 3 de Diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Autonomía Personal D.E.P.
Hubo un tiempo en que llegué a
creer que era posible que conceptos en principio tan antagónicos como
dependencia y autonomía personal pudiesen converger sobre mi persona de forma
racional y natural. Hubo un título de una ley en el que depositamos muchas de
nuestras ilusiones y esperanzas. Digo bien un título, pues la Ley de Promoción
de la Autonomía personal y Atención de las personas en situación de dependencia
ya nació herida de muerte, en cierto modo discapacitada como nosotros. Pero tambaleante
se irguió y dio muestras del gran servicio que podía llegar a prestar a miles
de personas si se la hubiese permitido
llegar a desarrollarse, dotándola económicamente como merecía.
Reconozco que cuando conocí el “optimista” grado de dependencia con
el que fui valorado y que supuestamente
otorgaba ciertas capacidades atléticas a mi cuerpo tetrapléjico que yo desconocía
poseer, caí del caballo (o de la silla) como Pablo camino de Damasco y me di
cuenta de la farsa excluyente que esas valoraciones encubrían. La consigna era
y es clara. Adelgazar la lista de los beneficiados y minimizar sus necesidades
Luego empezó la sangría de los
recortes en los presupuestos del dinero
destinado a la dependencia, para el año que viene habrá un 47 % menos para dependientes lo que dará lugar a graves
situaciones en muchas familias que ya están sufriendo la crisis y que además
tienen que seguir sacando adelante a padres, hijos o parejas que dependen de
sus cuidados. Familiares a los que ya no se reconoce su trabajo como cuidadores
y por los cuales ya tampoco se cotiza.
¿Qué promoción de la autonomía
personal es esta donde nos niegan los recursos que necesitamos para poder
contratar a nuestros cuidadores y seguir viviendo en nuestro entorno?
Tampoco nada se sabe desde 2011
de las ayudas individuales que promovían esa autonomía y que servían entre
otras cosas para eliminar las barreras de nuestros hogares. Como “a perro flaco
todos son pulgas”, encima ahora se ventilan el sistema de transporte adaptado
(065) que facilitaba la asistencia de muchos discapacitados a las entidades y
asociaciones que trabajan duramente por su integración, o la de muchos otros
que se beneficiaban del mismo para llegar a sus puestos de trabajo o centros de
estudio y que quedara limitado poco más que a las visitas médicas. Una
utilización “racional” del servicio dice la señora Conselleira
¿Seguimos hablando de promoción
de la autonomía personal?, pues que no se nos ocurra meternos en gastos ortopédicos
porque según los nuevos criterios de financiación, de entrada el usuario tiene
que soltar la pasta y luego la Consellería se lo reintegrara, o eso dicen. Poco
o nada objetaría yo si las necesidades se limitaran a un collarín o un bastón pero todos los
dependientes precisan de ayudas técnicas que no son precisamente baratas. Los
grandes discapacitados necesitamos por ejemplo cojines de 700 euros. Yo no
escojo mis sillas de ruedas de forma caprichosa, Necesito una silla que se
acople a mis necesidades y me de seguridad. Cuando me vea obligado a cambiarla
tendré que desembolsar 6000 o 7000 euros y luego peregrinar con la facturita
para que con suerte me devuelvan la mitad, que es lo que me puede corresponder.
¿Qué familias podrán afrontar eso?, pues muchas no podrán y grandes
discapacitados tendrán que quedarse en su casita a ver la tele, en la mesa camilla
como hace cuarenta años. Señora Conselleira: ¿Es eso también una “racional” promoción
de la autonomía personal?
Los derechos adquiridos después
de tantos años de lucha se evaporan al ritmo que salen los nuevos decretos. En
la no tan lejana época de la opulencia y las vacas gordas nosotros llegamos
tarde al festín y aunque a codazos
intentamos sentarnos en la mesa, apenas
nos dieron los restos del banquete, del
que sin embargo si se nutrió sobradamente toda esa maldita tropa que ha
arruinado este país y con el nuestro futuro. Se están cebando con el escalón
más débil de la cadena, así que por lo menos espero que dejen de tener la
desfachatez de seguirnos hablando de promoción de la autonomía personal y que
reconozcan que caminamos hacia un
sistema plenamente asistencial del que estoy seguro más de uno sacara tajada.
Quili
Hablar de que la Ley de Dependencia ha muerto es algo que llevo algún tiempo haciendo en mi blog. josepdemarti.blogspot.com. Por eso me ha resultado tan interesante este post.
ResponderEliminarDespués de dirigir durante catorce años un portal sobre residencias para personas mayores, recientemente he publicado el libro "Cómo nos engañaron con la Ley de Dependencia". Creo que en él se pueden encontrar algunas claves sobre lo que trata este artículo.
Gracias por tu comentario Josep
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